28 de abril de 2007

¿Algún día me darán bola?

Los "Cuentos de Fontanarrosa" ahora brillan en la televisión

El programa "Cuentos de Fontanarrosa" cumplió su segunda emisión en Canal 7 y demostró lo acertado de llevar parte de la obra literaria del autor rosarino al terreno televisivo en momentos en que la ficción pierde espacio en la pantalla chica. Tenemos una TV plagada de programas basura y no hace falta que les cuente cuáles. Así que todos los jueves a las 22 hs. la pantalla de Canal 7 nos espera para deleitarnos con la actuación de los cuentos del Negro y este último jueves casi caigo desmayada cuando lo veo a Mex Urtizberea sentadito en la mesa de ese bar.
¡¡¡Qué combinación, Fontanarrosa y Mex juntos!!!

No me sale escribir...

Cuando entro en la vorágine de lo cotidiano me cuesta encontrar un momento para esto que tanto me gusta hacer y que me atrevería a decir que es mi vida. Pero me sucede "esto" y no lo hago, dejo de leer, dejo de escribir, dejo de mirar películas, dejo de caminar bajo el sol, dejo de enontrarme con los seres que amo y me aman y la vida se transforma en una rutina casi terrible de la quiero escaparme y no puedo, es como un pulpo que siempre tiene un brazo para atraparme. Y la verdad es que me encierro en el trabajo, quizás porque me encanta, quizás porque ya no esconde secretos para mí, quizás porque es ahí donde el afecto y el cariño es claro y transparente, quizás porque cuando cierro la puerta del aula tenemos ellos y yo un pequeño paraíso construido donde nada nos daña. Y no es esto lo que me viene pasando, tengo una vida llena de desafíos ( y eso que me gustan los desafíos), parecería que siempre tengo que estar rindiendo examen, que siempre tengo que estar demostrando todo lo capaz que soy y la verdad que me canso y la verdad es que a veces siento que no puedo y la verdad también es que muchas veces me pregunto cuándo encontraré mi continente y entonces poder empezar a contener sin temor al desborde. Siempre digo que llevo una vida feliz, que busco cada paso que doy, que estoy en el lugar en donde quiero estar, que hago lo que me gusta hacer, que quiero a quienes elijo querer y eso me encanta pero hoy siento que transito por un lugar que me escapa, que no puedo controlar y no me gusta.

Pero como nos decíamos siempre Andre querida...

"... hay una sola manera de salir y es atravesando..."

8 de abril de 2007

No se le pega a un maestro, no se le pega a nadie.

Tiempo de decisiones, momento de posturas y de educar, no ya con palabras sino con el cuerpo. A veces, en la vida, se nos acaban las palabras, o el que está enfrente no las entiende, o parece que no le alcanzan y entonces nos exponemos, ponemos el cuerpo, nos jugamos la vida como este querido maestro de Neuquén.
Lo que no saben estos imbéciles es que no se le pega a nadie, así les decimos los maestros a los chicos...
Lo que no saben estos autoritarios es que siempre va a haber diferencias, que siempre vamos estar en desacuerdo, que no podemos pensar todos lo mismo y que es nuestra obligación como seres humanos respetar al otro, así les decimos los maestros a los chicos...
Lo que no saben estos violentos es que siempre hay que decir lo que se piensa, que siempre hay que reclamar por nuestros derechos y por que los otros cumplan con sus obligaciones, así les decimos los maestros a los chicos...
Porque trabajo, creo y me rompo el alma, como todas y cada una de mis compañeras, por un mundo más justo, más digno y más humano, mañana no trabajamos, mañana ya no sólo con palabras sino con el cuerpo decimos basta a estos abusos de poder y no sólo no vamos a trabajar sino que además nos movilizamos, esperando como siempre que alguna vez nuestros gobernantes, nuestras autoridades, comprendan que dejamos cuerpo y alma adentro de cada clase (quien estuvo algún tiempo conmigo lo sabe, quien comparte o compartió un trayecto de la vida conmigo sabe lo que significa ser maestra) y que nuestros reclamos son para nosotros una obligación, no sólo un derecho...

Y como siempre las palabras de Mex... GENIALES!!!!


El lector primario

Pegarle a un maestro

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.

Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario.
Lo sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.
Lo saben sus padres.
Lo saben sus abuelos.
Lo sabe el tutor o encargado.
Lo saben los que no tienen estudios completos.
Lo sabe el repetidor.
Lo sabe el de mala conducta.
Lo sabe el que falta siempre.
Lo sabe el rateado.
Lo sabe el bochado.
Lo sabe hasta un analfabeto.

No se le pega a un maestro.

No se le puede pegar a un maestro.

A los maestros no se les pega.

Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres, sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos gobernadores.
Son unos burros.
No saben lo más primario.
Lo que saben es matar a un maestro.
Lo que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.
Lo que saben es golpearlos con un palo.
Lo que saben es dispararles balas de goma.
A los maestros.
A maestros.
Lo que no saben es que se puede discutir con un maestro.
Lo que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o hace.
Lo que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.
Pero no se le puede pegar a un maestro.

No se le pega a un maestro.
A los maestros no se les pega.

Y no lo saben porque son unos burros.
Y si no lo saben que lo aprendan.
Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.
Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.
Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos: Que no se le pega a un maestro.

No se le puede pegar a un maestro.

No debo pegarle a un maestro.

A los maestros no se les pega.

Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son sagrados.


Sin palabras ya....

Noche de chicas...

El sábado a la mañana empezamos.... que nos vemos un rato.... que qué hacés.... comemos unas pizzas? estás? venís? y fulana?
El sábado a la noche todas juntas, mucha mujer en casa porque encima tenemos hijas mujeres, mucho ovario por aquí y me parece que muy poco huevo para soportarlo.
Che!!! ni un calzoncillo por ahí?
Lo pasamos lindo, arreglamos el mundo, nos reimos, también nos pusimos serias y tristes, como la vida, pero lo más importante siempre es que nos sabemos juntas, nos sabemos cerca, nos sabemos compinches,
nos sabemos Amigas...

4 de abril de 2007

Qué linda es!!!

No Te Salves
de Mario Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.