7 de agosto de 2008

Lo que es el "alpedismo"

Vieron que se fueron todos.... no????

Bueno, mi amiguita del alma, que se quedó acá sola como yo me dijo hoy: ¿Vamos a la Feria del Libro Infantil?, síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, me encantó la idea. Cuando llegamos ¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿POR QUÉ NO ME MUERO YA????!!!!!. Lleno de mocosos, de esos que no quiero ver hasta el lunes y sus queridas madres por supuesto. ¿A quién vi allí? Síííííííííí............. a Román (ese alumnito mío de 1º que ya todos conocen)
Bueno, entre libros y libros encontré este pedacito que había leído cuando era pequeña y me encanta.

NO SOMOS IRROMPIBLES

Los cristales pueden quebrarse.
A veces basta un leve golpe de abanico.
Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.
Se rasgan los papeles...
Se rompen los plásticos...
Se rajan las maderas...
Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas que parecen.
¿Y nosotros?
Ah!...Nosotros tampoco somos irrompibles.
Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel herirse...
También nuestro corazón, aunque siga funcionando como un reloj suizo y el médico nos asegure que estamos sanos.
¡CUIDADO! ¡ FRÁGIL !
El corazón se daña muy fácilmente.
Cuando oye un "no" redondo o un "sí" desganado, una especie de "nnnnsí" y merecía un tintineante "¡Sí!"...
Cuando lo engañan...
Cuando encuentra candados donde debía encontrar puertas abiertas.
Cuando es una rueda que gira solitaria día tras día...
noche tras noche...
Cuando...
Entonces, siente tirones desde arriba, por adelante, desde abajo, por detrás...o es un potrillito huérfano galopando dentro del pecho.
¿Se arruga?
¿Se encoge?
¿Se estira?
No.
Late lastimado.
¿Y cómo se cura?
Solamente el amor de otro corazón alivia sus heridas.
Solamente el amor de otro corazón las cicatriza!!!!!!!!.

Elsa Bonermann

Te extraño...

Me dejaron sola,
No del todo,
¡¡¡¡con Vaiolet!!!!
Todos se fueron,
y yo tengo la obligación entonces de encontrarme conmigo misma en cada rincón de la casa.
Y leánme bien, hay que encontrarse con esta mujer a cada rato.
Y lo peor de todo,
verle la cara a mi otro yo,
ese que a cada rato me recuerda todo lo que debería llevar preparado el lunes próximo maldito.
Y bué, mientras te extraño y las extraño.
Me encanta saber que lo están pasando espectacular (aún sin mí)